Teoría de la Tectónica de Placas




En el año 1960 se dio a conocer la Teoría de la Tectónica de Placas para explicar la formación del relieve de la Tierra. En ella colaboraron destacados geólogos, sismólogos y geofísicos de la época. Supone una actualización de la Teoría de la Deriva Continental, y está basada en los continuos movimientos que experimentan tanto la corteza terrestre como el fondo oceánico.
Según la Tectónica de Placas, la parte más externa de la tierra o litosfera está formada por diversas placas rígidas. Estas flotan sobre una capa caliente de materiales flexibles, tipo plástico o pasta, denominada astenosfera. Su calor procede del núcleo terrestre, cuya temperatura se estima en 4500 °C.
Los geólogos todavía no han determinado con exactitud como interactúan estas dos capas, pero las teorías más vanguardistas afirman que el movimiento del material espeso y fundido de la astenosfera fuerza a las placas superiores a moverse, hundirse o levantarse.
El concepto básico de esta teoría es simple: el calor asciende. El aire caliente asciende por encima del aire frío y las corrientes de agua caliente flotan por encima de las de agua fría.
El mismo principio se aplica a las rocas calientes que están bajo la superficie terrestre: el material fundido de la astenosfera, o magma, sube hacia arriba, mientras que la materia fría y endurecida se hunde cada vez más hacia al fondo, dentro del manto.
Las placas se hallan en continuo movimiento, alejándose o chocando ente ellas. Eso explica que los bordes de las placas sean las zonas de la Tierra que mayores cambios sufren, debido a fenómenos geológicos como los terremotos o la erupción de volcanes.
El concepto de la teoría afirma que las placas, que están separadas por cadenas montañosas o fosas, se mueven muy lentamente. Por el centro de estas cadenas montañosas asciende de forma continua material fundido del manto, mientras que por las fosas descienden rocas de la corteza oceánica hacia el manto.
Dicho movimiento continuo, conocido como convección, hace que el material fundido fluya hacia la superficie. Emerge por los bordes de las placas y por la litosfera sólida dando lugar a nueva corteza y modificando el relieve terrestre.
Tipos de bordes de placas
En sus desplazamientos, las placas interaccionan unas con otras a lo largo de sus límites o bordes.  En los límites entre las placas de litósfera tienden a producirse sismos, erupciones volcánicas y formación de cadenas montañosas.
Existen tres tipos de bordes o límites:
A) Divergente o constructivo: son límites en los que las placas se separan unas de otras. Esto permite que emerja magma desde el interior a través de grietas o fisuras. Al enfriarse, el magma recién ascendido desplaza las rocas formadas anteriormente y las separa de la fisura o cresta: este proceso da origen a cordilleras sumergidas llamadas dorsales oceánicas, como la dorsal mesoatlántica formada por la separación de las placas de Eurasia y Norteamérica y las de África y Sudamérica.
B) Convergente o destructivo: son límites donde una placa cocha contra otra. Se caracterizan por el tipo de placa que choquen. Los mismos pueden ser, entre una placa oceánica y una placa continental, entre dos placas oceánicas o dos placas continentales. Cuando una placa oceánica (más densa, pesada y delgada) choca contra una continental (menos pesada y más ancha), la placa oceánica se hunde debajo de la placa continental, se forma una zona de subducción. Éste coque produce la formación de una fosa oceánica en el agua y de una cadena montañosa en tierra.
Cuando dos placas continentales colisionan, se forman extensas cordilleras, como por ejemplo los Montes Urales. Cuando dos placas oceánicas chocan, se hunden.

C) Transformantes: los bordes de placas se deslizan unos respecto a los otros a lo largo de una falla de transformación, con su misma dirección pero en sentidos opuestos.

Ejemplos de tipos de bordes:





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